un poco de historia

Durante la dinastía Han Oriental, el emperador Liu Zhao, para difundir sus ordenanzas por el amplio territorio chino, requirió de un soporte de escritura ligero y duradero, y más económico que la seda. En el año 105, Ts’ai Lun descubrió que con la corteza de la morera se conseguía un papel de color claro, ligero y muy resistente. Acababa de inventar el papel tal y como lo conocemos hoy en día.

El conocimiento de la elaboración del papel se expandió por China, y en los siglos posteriores se abrió camino hacia Vietnam y Corea. En el año 610 se documenta en Japón, a donde habría llegado de la mano de monjes budistas procedentes de Corea.

En el país del sol naciente, los campesinos aprovechaban la época de menor actividad agrícola, el invierno, para recolectar y trabajar las fibras de arbustos autóctonos como Kozo, Mitsumata y Gampi, y así compensar la economía familiar. La habilidad de estos artesanos y la característica de estas fibras catapultó la calidad del papel japonés al nivel extraordinario del que goza en nuestros días.

El mantenimiento de estas técnicas tradicionales y el grado de perfección alcanzado ha sido reconocido por la UNESCO que, en 2014, incluyó «El washi, arte tradicional de fabricación manual de papel japonés» que se practica en algunos lugares de diferentes prefecturas japonesas, en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El papel en Occidente

El papel llegaba a Occidente, ya en época romana, a través de las rutas de la seda y de las especias, pero se desconocía la técnica de su elaboración.

Fueron los árabes quienes la aprendieron, se cree que de artesanos chinos asentados en Asia Central, y con su expansión propiciaron el florecimiento de centros papeleros desde Persia hasta Egipto y Marruecos. En estos molinos se utilizaron como materias primas las fibras de yute, esparto, lino y algodón, entre otras.

En la Península Ibérica, los primeros molinos papeleros se documentan en los siglos X y XI, en Medina Azahara (Córdoba) y en Xátiva (Valencia). Con ellos comienza nuestra historia del papel más cercana.

Continuará…